martes, 27 de mayo de 2014

El Oceanográfico, Vigo y el mar

Mañana miércoles, 28 de mayo, dentro de los actos que tendrán lugar en Vigo para conmemorar el Centenario del IEO, tendrá lugar la conferencia “El oceanográfico, Vigo y el mar”, a cargo de Rafael Robles Pariente, ex director del Instituto Español de Oceanografía y también ex director del Centro Oceanográfico de Vigo.

La conferencia se celebrará en el Auditorio do Areal (Club Faro de Vigo) a las 20 horas y la entrada es libre hasta completar aforo. La conferencia será presentada por Emilio Fernández Suárez, director del Campus do Mar.

Con motivo de la Conferencia, realizamos una pequeña semblanza de Rafael Robles:

Rafael Robles Pariente (Málaga 1939), Licenciado en Ciencias Naturales por la Universidad Complutense de Madrid, se incorpora al Laboratorio de Vigo del Instituto Español de Oceanografía en 1966, tras haber pasado dos años como becario en los Servicios Centrales del Instituto en Madrid. A su llegada se encuentra con un centro en mínimos de recursos humanos, materiales y económicos. Pero Rafael es una persona muy activa y con iniciativa, abierta con las personas, innovador y con una gran capacidad de relación social. En una década (los 70), durante la cual se implica en iniciativas y retos sociales como la creación de los Plan Marisquero y el inconcluso Plan Experimental de Pesca de Galicia, logra reunir a una plantilla a base de algunos contratos laborales, becas de las instituciones (Diputación, Caja de Ahorros y Banco Pastor), y aprovecha las circunstancias del episodio de la Marea Roja y la creación de la Red de Observación del Medio Marino (ROMM) para incrementar el personal del Laboratorio, sin olvidar otros fondos de carácter estatal para la investigación como los  aportados por el III Plan de Desarrollo. De esta forma estructura las cuatro líneas principales de investigación del Laboratorio, que perduran desde entonces: Evaluación y gestión de los recursos marinos,  la contaminación y protección ambiental marina, la acuicultura y las mareas rojas a las que hay que añadir, aunque con menor desarrollo, la oceanografía.

En 1974, gracias a su gran capacidad de gestión,  logra que el Laboratorio se traslade a una nueva sede en la Avenida de Beiramar 47, hasta entonces ocupada por el Instituto de Investigaciones Marinas. Pero no cejó en su empeño de conseguir un nuevo centro que diera respuesta a las verdaderas necesidades de los equipos de investigación y permitiese una expansión razonable de los mismos, objetivo que se alcanzó en 1986, en que, después de múltiples gestiones, culminó y consolidó la presencia del IEO en Vigo con la inauguración del actual Centro Oceanográfico de Vigo en su sede de Cabo Estai. Ese mismo año, Rafael se había  trasladado a Madrid como Director de la Institución.

No solamente los logros materiales le avalan, Rafael fue un Director que abrió el centro y su personal a numerosas oportunidades, consiguiendo establecer relaciones importantes con otros organismos de investigación, tanto nacionales, IIP, CCCMM, Universidades, como internacionales, fundamentalmente ISTPM (Francia), CEFAS (Reino Unido), INIP (Portugal), NMFS-NOAA (EEUU) y otros de diferentes países como Alemania. Esta apertura a la colaboración y competición internacional, supuso una oportunidad para la  formación del personal investigador y abrió puertas a la colaboración internacional, pudiendo así participar en proyectos, consorcios e iniciativas.

Ha sido el impulsor de la formación como base para una investigación competitiva, de la utilización de los buques en campañas sistemáticas de aproximación al medio marino y sus recursos, de la utilización del conocimiento para sentar las bases científicas para la gestión y participó en numerosas reuniones de asesoramiento a las administraciones, particularmente en el proceso de adhesión de España a las Comunidades Europeas.

La marcha de Rafael en 1986, permitió validar su gestión al frente del Laboratorio de Vigo, porque lo dejó tan bien encauzado que siguió creciendo sin su impulso y dirección, que a partir de entonces aplicó a la reestructuración administrativa y gestión científica de todo el IEO. Durante el período de Director General hasta su salida del organismo en 1996, su carrera está llena de actividades, unas de representación en foros científicos, como el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) del que fue vicepresidente al igual que del homónimo del Mediterráneo (CIESM), Delegado español en la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI- UNESCO), fundador de la European Fisheries and Acuaculture Organitations (EFARO), organizador de las I y II Jornadas en Ciencias y Tecnologías Marinas, coorganizador del Programa Nacional sobre Ciencias y Tecnologías Marinas, vicepresidente de la Junta Europea de Ciencias Marinas y otras muchas labores. Pero siendo esto muy importante, la figura de Rafael será siempre recordada como la persona que fue capaz de sacar del anonimato y desarrollar una institución como el IEO, tanto a nivel local en Vigo como a nivel nacional e internacional durante sus 32 años de dedicación a este organismo, sin olvidar que las organizaciones son personas y estas necesitan atención, medios y financiación para desarrollar sus capacidades.

En 1996 abandona el IEO y dedica su actividad a trabajar como Director del Proyecto de la FAO  denominado “Coordinación Pesquera en el Mediterráneo Occidental  y Central” (COPEMED) en el que participan todos los países del Mediterráneo Occidental y Central de ambas orillas y que dura hasta el año 2005 en que merecidamente se jubila. Pero una persona tan activa no termina ahí su recorrido y desarrolla sus habilidades como Consultor de la Unión Internacional para la conservación de la Naturaleza (UICN) y en la organización e impartición de docencia en el Master sobre Investigación y Gestión Pesquera de la Universidad de Barcelona y posteriormente en la de Alicante. Actualmente participa en el Proyecto comunitario para el control y puesta en marcha de los programas nacionales para recogida, gestión y uso de datos en el sector pesquero.

Esta historia no acaba aquí.

Gracias,

Rafael.

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